Ricardo Celia roza la gloria en Quito y se consolida como figura del golf latinoamericano

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El viento de Quito fue testigo de una jornada cargada de emociones en el Kia Open, donde el colombiano Ricardo “Pipo” Celia se quedó a un suspiro del título. En una definición que mantuvo en vilo a los seguidores del PGA Tour Américas, el barranquillero cerró con una tarjeta de 68 golpes y un acumulado de -15, apenas uno por detrás del estadounidense Jay Card III, quien con sangre fría resolvió el hoyo 18 para quedarse con la victoria.

Celia, que había comenzado la jornada cuatro golpes detrás del líder, protagonizó una remontada que rozó la épica. Impecable en los primeros nueve hoyos —sin bogeys y con cuatro birdies—, se acercó peligrosamente al primer lugar mientras Card III lidiaba con una salida titubeante. Pero el golf, como la vida, tiene su cuota de crueldad, y el bogey del colombiano en el hoyo 18 terminó por sentenciar una tarde que merecía otro desenlace.

El hoyo final fue el espejo de una batalla silenciosa pero intensa. Con ambos jugadores empatados tras el hoyo 17, cada golpe adquirió dimensión de sentencia. El norteamericano, sin arriesgar más de la cuenta, firmó un par estratégico; Celia, en cambio, se vio traicionada por un golpe que no encontró el green como esperaba. Fue su único error del día, pero suficiente para impedir el desempate.

Aun así, el resultado no puede considerarse amargo. Con este segundo lugar, el colombiano asciende al cuarto puesto en la clasificación general de la Fortinet Cup, un logro notable que refuerza su presencia en el circuito norteamericano y lo deja con grandes opciones de alcanzar uno de los codiciados cupos directos al Korn Ferry Tour 2026, la antesala del PGA Tour. Una plataforma en la que Celia, de 33 años, parece tener cada vez más cabida.

Su actuación en Quito confirma el gran momento que atraviesa. Luego de ubicarse vigésimo en el Abierto Telecom del Centro (Argentina) y décimo en el 70º Abierto de Brasil, Celia ha demostrado consistencia, lectura de campo y una madurez competitiva que la diferencia. El “swing latino” lo tiene ahora en el radar como uno de los grandes embajadores del golf colombiano, disciplina que lentamente pero con firmeza ha ido ganando adeptos en el país.

Celia no es nueva en estas lides. Su carrera ha estado marcada por momentos de brillo y otros de silenciosa reconstrucción. Pero este 2024 está siendo diferente: no solo compite, sino que amenaza seriamente los lideratos. Cada torneo lo encuentra más afinado, con una mentalidad templada y una técnica que conjuga potencia y precisión en partes iguales.

En el horizonte inmediato está su clasificación al segundo tramo del PGA Tour Américas, el exigente swing norteamericano, donde los campos, rivales y condiciones plantean un desafío mayor. Pero si algo ha demostrado Celia es que sabe elevar su nivel cuando la presión es máxima. Quito fue una prueba, no de derrota, sino de carácter.

El golf colombiano puede mirar con optimismo al futuro. En un deporte donde el margen de error es mínimo y los triunfos se miden en centímetros, Ricardo Celia está construyendo un camino firme, paso a paso, golpe a golpe. Y aunque el trofeo del Kia Open no viajó esta vez a Barranquilla, el respeto del circuito sí lo acompaña en cada salida al campo.