Millicom refuerza su presencia en Colombia con la compra de Coltel: un paso clave hacia la expansión digital

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En un movimiento estratégico que reconfigura el panorama de las telecomunicaciones en Colombia, Millicom (Tigo) y Telefónica firmaron un acuerdo definitivo por 400 millones de dólares para la compra de la participación mayoritaria de Telefónica en Coltel, la operadora que gestiona los servicios de telecomunicaciones en el país. Esta transacción no solo marca un hito en la historia reciente del sector, sino que también refleja las ambiciones de Millicom para consolidarse como un actor clave en la transformación digital de Latinoamérica.

La operación, que se llevará a cabo en dos fases, contempla la adquisición del 67,5% del capital social de Coltel por parte de Millicom, además de una oferta para la compra del 32,5% restante, actualmente en manos del Estado colombiano y otros inversionistas. Esta última compra se realizará bajo las mismas condiciones económicas, lo que da cuenta de la estrategia de Millicom para garantizar una participación absoluta en la compañía, alineándose con su visión de expansión en un mercado clave como el colombiano.

Este acuerdo no es solo una simple compra; es parte de una serie de movimientos estratégicos que Millicom ha venido desarrollando en los últimos años para fortalecer su posición en la región. Según Marcelo Benítez, director ejecutivo de Millicom, la transacción no solo refuerza la presencia de la empresa en Colombia, sino que también está alineada con el objetivo de acelerar la conectividad y la transformación digital en el país. “Este movimiento reafirma nuestro compromiso con el crecimiento y la competitividad de Colombia”, señaló Benítez, haciendo énfasis en el impacto positivo que tendrá la transacción para los usuarios de telecomunicaciones en la región.

Uno de los puntos clave de la operación es la estructura del precio, que está sujeto a ajustes según la evolución de la deuda neta, el capital circulante y las fluctuaciones cambiarias. A este respecto, se estima que el valor de la transacción podría alcanzar los 362 millones de dólares al 30 de septiembre de 2024, según los factores mencionados. Este aspecto resalta la importancia de una evaluación dinámica en operaciones de este tipo, en las que las condiciones económicas pueden afectar el resultado final.

Por otro lado, Millicom no se detiene ahí y también ha reiterado su interés en adquirir la participación del 50% de su socio en UNE, lo que ampliaría aún más su presencia en el mercado colombiano. Este movimiento se enmarca dentro de una estrategia más amplia de consolidación en Colombia, un mercado que se ha convertido en uno de los más importantes para la compañía en su búsqueda por liderar la conectividad digital en América Latina.

Para Telefónica, la venta de su participación en Coltel responde a una política de gestión de activos que busca reducir su exposición en Hispanoamérica, un proceso que lleva tiempo desarrollando. La compañía española ha alineado esta operación con sus objetivos de reestructuración y optimización de su portafolio global. En este contexto, la venta de Coltel se inserta en su estrategia de enfocarse en mercados más maduros, mientras reduce su presencia en regiones como Latinoamérica.

Sin embargo, la transacción no está exenta de desafíos. Como es habitual en operaciones de este tipo, la transacción aún está sujeta a aprobaciones regulatorias y la obtención de ciertos acuerdos clave con el gobierno colombiano, incluyendo el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, así como con Empresas Públicas de Medellín (EPM). Estos pasos son fundamentales para asegurar que la venta se lleve a cabo sin contratiempos y dentro del marco legal establecido.

Para Colombia, la llegada de Millicom como propietario mayoritario de Coltel representa un paso importante hacia la consolidación de un mercado más competitivo y eficiente en el sector de las telecomunicaciones. A medida que la digitalización continúa avanzando, este tipo de inversiones pueden jugar un papel fundamental en mejorar la infraestructura tecnológica del país y acelerar la adopción de nuevas tecnologías en diversas áreas. Con el respaldo de una compañía global como Millicom, los colombianos pueden esperar una mayor oferta de servicios innovadores y de calidad.

En resumen, el acuerdo entre Millicom y Telefónica no solo es una transacción financiera significativa, sino también un movimiento estratégico que tendrá un impacto importante en el futuro de las telecomunicaciones en Colombia. A través de esta operación, Millicom refuerza su compromiso con el crecimiento digital del país, mientras que Telefónica sigue con su proceso de reconfiguración en la región. Sin lugar a dudas, esta compra marca el inicio de una nueva era en la conectividad digital para Colombia y para toda América Latina.