La Corte Suprema de Justicia ha dado un nuevo giro al proceso judicial contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, al abrir una investigación preliminar relacionada con su campaña al Senado de 2018. En esta ocasión, el foco está puesto sobre una donación de $20 millones en especie, proveniente de Samuel David Niño Castaño, un piloto que presuntamente habría tenido vínculos con el narcotráfico. Ante esta situación, Uribe, quien ha sido un actor clave en la política colombiana, utilizó su cuenta de X para responder a los señalamientos, defendiendo su integridad y la legalidad de su campaña.
De acuerdo con el exmandatario, la donación de los $20 millones corresponde a un vuelo realizado en febrero de 2018 por los Llanos Orientales, que tuvo como propósito visitar diferentes puntos del país durante su campaña al Senado y la consulta interna del Centro Democrático para la selección de candidato presidencial. Uribe detalló que este vuelo, que fue registrado en la contabilidad electoral de su campaña, no representaba un beneficio ilícito ni estaba relacionado con actividades criminales. El expresidente aclaró, además, que dicho vuelo fue organizado por los candidatos del Meta y gestionado por la empresa Llanera de Aviación, actualmente conocida como Navir Air.
La controversia se desató cuando se especuló sobre los posibles nexos de Samuel David Niño con el narcotráfico. A raíz del accidente aéreo que le costó la vida en noviembre de 2019, surgieron reportes en los medios de comunicación que vinculaban al piloto con actividades ilícitas. Sin embargo, Uribe no dudó en rechazar esta versión, subrayando que “las noticias de prensa” sobre estos presuntos vínculos surgieron posterior a la tragedia y que hasta el momento no ha habido ninguna confirmación oficial al respecto. En su defensa, el expresidente argumentó que la familia de Niño Castaño ha rechazado de manera tajante la hipótesis de narcotráfico, asegurando que el piloto había desaparecido en una excursión ecoturística en el Orinoco.
Además, Uribe dejó claro que, aunque conoció a Samuel David Niño por ser hermano de Hernán Gómez Niño, quien fue candidato del Centro Democrático a la Gobernación del Meta en 2015, nunca mantuvo una relación cercana con él. De acuerdo con el expresidente, Niño no fue un “piloto de confianza” de su campaña, como han afirmado algunos de sus detractores. Según Uribe, la relación con el piloto se limitaba al vínculo profesional en el marco de las actividades logísticas de la campaña electoral.
En cuanto a la legalidad de la donación, Uribe destacó que la campaña cumplió en todo momento con los requisitos establecidos por la ley, y que su gerente de campaña presentó la declaración de ingresos ante el Consejo Electoral, incluyendo la donación de los $20 millones correspondientes al vuelo. La información fue consignada de acuerdo con los procedimientos establecidos, y el exmandatario insistió en que no hay evidencia de que Samuel David Niño tuviera antecedentes penales, como tampoco existen pruebas que sugieran que el dinero recibido para el vuelo haya sido producto de actividades ilícitas.
El proceso que ahora enfrenta Uribe ha sido interpretado por algunos sectores políticos como un nuevo capítulo en una serie de investigaciones en su contra, que han estado marcadas por tensiones políticas y judiciales. Sin embargo, el expresidente no parece dispuesto a ceder ante las acusaciones. En sus declaraciones, reitera su confianza en que las autoridades judiciales harán su trabajo de manera imparcial, aunque no omite señalar que las acusaciones carecen de fundamento sólido y que han sido basadas únicamente en rumores y especulaciones.
La apertura de esta investigación se da en un contexto de polarización política en Colombia, donde las figuras de Uribe y su partido, el Centro Democrático, siguen siendo objeto de fuertes críticas y apoyos. Algunos sectores lo ven como una figura clave en la consolidación de la seguridad y el orden en el país, mientras que otros lo acusan de estar vinculado a prácticas cuestionables en términos de financiación y vínculos con grupos fuera del margen de la ley. La justicia, en este sentido, tendrá que lidiar con las tensiones sociales y políticas mientras decide el futuro de una investigación que podría tener grandes repercusiones para el expresidente.
Finalmente, el exmandatario cerró su comunicado afirmando que no se ha encontrado evidencia que confirme las supuestas conexiones de Samuel David Niño con el narcotráfico y que los señalamientos realizados son, en su mayoría, infundados. Uribe reiteró su disposición para colaborar con las autoridades y defender su nombre ante cualquier acusación, mientras se mantiene firme en la defensa de la legalidad de su campaña al Senado y los mecanismos de financiación empleados en ese proceso. En una Colombia marcada por la fragmentación política, este caso se convierte en otro episodio más en la eterna batalla entre los diferentes sectores del país que luchan por la verdad y la justicia.