El Regreso de Susana Muhamad: De la Indignación al Corazón del Gobierno de Petro

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La política colombiana es un terreno en constante cambio, y las decisiones de los actores clave a menudo parecen estar marcadas por giros inesperados. Un claro ejemplo de esto es el regreso de Susana Muhamad al Gobierno de Gustavo Petro, quien después de un corto pero significativo período fuera del gabinete, ha logrado reincorporarse a la administración como directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP). Este retorno no solo reconfigura el panorama político, sino que también abre un abanico de especulaciones sobre el futuro de Muhamad en la estructura del poder.

La exministra de Ambiente, quien durante su paso por el gobierno había sido una de las figuras más cercanas al presidente Petro, sorprendió a muchos al solicitar ser reintegrada al Ejecutivo. Después de varios meses de ausencia, tras su salida del Ministerio de Ambiente, Muhamad tomó la decisión de volver a las filas del Gobierno, descartando así sus aspiraciones electorales para el próximo año. Su regreso, además, marca un reencuentro con la maquinaria política de Petro, a la que siempre ha pertenecido, desde sus primeros días como secretaria de Hábitat en Bogotá, hasta su participación activa en la campaña presidencial de 2022.

Lo que llama la atención no es solo el hecho de su regreso, sino la forma en que se dio este proceso. Fuentes cercanas a la Casa de Nariño aseguran que Muhamad fue persistente en su solicitud de un encuentro con el presidente, con el fin de discutir las posibilidades de su reincorporación al gobierno. Tras semanas de conversaciones, finalmente Petro accedió a sus peticiones, lo que refuerza la idea de que la exministra sigue siendo una pieza clave dentro del círculo íntimo del presidente. Este hecho también refleja la flexibilidad de Petro para acomodar en su gobierno a figuras con las que tiene una relación cercana, incluso si han sido criticadas o han tenido diferencias en el pasado.

Muhamad ha sido una de las figuras más emblemáticas del Gobierno de Petro, no solo por su desempeño en el Ministerio de Ambiente, sino también por su rol en la organización de la COP16. A lo largo de su carrera, ha demostrado ser una de las caras más visibles en la agenda ambiental del presidente, destacándose por su liderazgo en temas cruciales para la sostenibilidad del país. Aunque su salida del Ministerio de Ambiente en 2023 sorprendió a muchos, su regreso al poder ha dejado claro que su relación con Petro sigue siendo sólida, pese a las diferencias y los cuestionamientos que puedan haber surgido durante su tiempo fuera.

Es importante señalar que la figura de Susana Muhamad no se limita solo a su trabajo como funcionaria pública. En diversos momentos, la exministra ha hecho públicas sus inconformidades, lo que la convierte en una persona difícil de manejar para quienes buscan tener control absoluto dentro del gobierno. Sin embargo, su capacidad para expresar sus opiniones y mantener una postura crítica ha sido valorada por muchos, pues demuestra un compromiso con la independencia dentro del aparato gubernamental, algo que no siempre es fácil de encontrar en la política colombiana.

Además, Muhamad se destaca por su habilidad para navegar entre las distintas corrientes del poder, lo que la convierte en una figura indispensable para los intereses de Petro. Su regreso al gabinete no solo es una victoria personal, sino también un recordatorio de la importancia de mantener relaciones fluidas dentro del círculo político del presidente. En este sentido, el hecho de que se haya reincorporado al Gobierno refleja la pragmática naturaleza de la política actual, donde las decisiones se toman con base en la conveniencia y la lealtad a los proyectos del mandatario.

El regreso de Susana Muhamad también tiene implicaciones para las dinámicas dentro del Gobierno de Petro. Su nombramiento como directora del DNP podría ser visto como un intento por reforzar la agenda de desarrollo y planeación que el presidente ha promovido desde su llegada al poder. Sin embargo, este movimiento también puede generar tensiones con otros actores del gobierno que podrían ver en su reincorporación una señal de que Petro sigue rodeado de las mismas figuras que lo han acompañado desde sus primeros días en la política.

En todo caso, la “indignación” que, según ella misma confesó, la mantuvo alejada del Gobierno durante dos meses, parece haber sido solo un paréntesis dentro de una relación política que, para bien o para mal, sigue siendo fundamental. Con su regreso al Gobierno, Susana Muhamad se coloca una vez más en una posición clave para influir en las decisiones del Ejecutivo, y su futuro político, así como el de la agenda de Petro, seguirá siendo objeto de análisis y discusión en los meses venideros.