El país se encuentra en la antesala de una de las jornadas electorales más complejas de su historia reciente. En 2025 y 2026, los colombianos estarán llamados a votar en múltiples ocasiones, no solo para elegir a sus representantes en el Congreso y al presidente de la República, sino también para participar en diversas consultas populares y internas, incluida la propuesta por el presidente Gustavo Petro. En este contexto, el registrador nacional, Hernán Penagos, hizo un llamado urgente a garantizar un voto libre y seguro, una condición fundamental para que el proceso democrático se desarrolle con transparencia y legitimidad.
En una reciente entrevista con El Espectador, Penagos expresó su preocupación por los desafíos logísticos y económicos que acompañan esta avalancha electoral. La organización de estos eventos será costosa y compleja, con presupuestos que superan los $700 mil millones solo para la consulta popular, que busca definir temas cruciales para el futuro del país. A pesar de las cifras millonarias, el registrador subrayó que es imperativo asegurar que cada voto se cuente con garantías de seguridad, evitando los riesgos de manipulación y fraude que históricamente han empañado la confianza en los procesos electorales.
A lo largo de la conversación, Penagos hizo énfasis en la necesidad de una infraestructura robusta para enfrentar los retos que suponen estas elecciones. Además del manejo de los recursos y la logística, el registrador destacó la importancia de la educación cívica para asegurar que los colombianos comprendan la trascendencia de las consultas y votaciones a las que se verán sometidos. En su opinión, la transparencia será clave para garantizar que los resultados reflejen fielmente la voluntad popular y no sean objeto de distorsiones o impugnaciones.
En medio de este panorama, los choques entre la Registraduría y el Gobierno Nacional han marcado la agenda política en las últimas semanas. La polémica surgió cuando la Registraduría cuestionó aspectos relacionados con la implementación de la consulta popular propuesta por Petro. La propuesta presidencial, aunque respaldada por una parte de la ciudadanía, ha sido recibida con escepticismo por otros sectores, especialmente en lo que respecta a su impacto en la estabilidad política y económica del país. Penagos no evitó abordar estos desacuerdos, destacando que el papel de la Registraduría es garantizar que los procesos electorales se lleven a cabo con las mayores garantías de transparencia, independientemente de la naturaleza de las consultas.
El registrador también advirtió sobre los riesgos que implica la programación de elecciones en un calendario tan apretado, que podría generar dificultades para garantizar una preparación adecuada en cada rincón del país. Según Penagos, las elecciones no solo se deben preparar en las grandes ciudades, sino también en las zonas más alejadas, donde la infraestructura y los recursos son limitados. En este sentido, pidió un esfuerzo conjunto entre las autoridades nacionales y locales para asegurar que las condiciones de votación sean óptimas en todo el territorio.
A pesar de las tensiones, el registrador insistió en que la Registraduría está comprometida con el cumplimiento de su deber constitucional y que trabajará incansablemente para que las elecciones se realicen en condiciones de total transparencia. Reiteró que el proceso electoral debe ser un espacio donde los colombianos puedan ejercer su derecho al voto sin presiones, intimidaciones o manipulación. En su opinión, el fortalecimiento de la democracia pasa necesariamente por garantizar la libertad de cada individuo para decidir sobre su futuro y el de su país sin coacciones.
Sin embargo, la responsabilidad no recae únicamente sobre la Registraduría. Penagos enfatizó que es necesario un compromiso por parte de todos los actores del sistema político y social para velar por la integridad del proceso electoral. Esto incluye a las fuerzas políticas, los medios de comunicación y la ciudadanía en general. El registrador advirtió que las campañas de desinformación y las amenazas a los votantes son uno de los mayores peligros que enfrenta la democracia, por lo que instó a que se establecieran medidas eficaces para prevenir estos riesgos.
A medida que se acerca el 2025, el país se enfrenta a un escenario electoral sin precedentes. Las múltiples consultas y elecciones no solo pondrán a prueba las capacidades logísticas y organizativas de la Registraduría, sino también la fortaleza de la democracia colombiana. Con el llamado del registrador Hernán Penagos a garantizar un voto libre y seguro, el país deberá prepararse para enfrentar los desafíos que se avecinan, con la esperanza de que, a pesar de las dificultades, la voluntad popular prevalezca como base fundamental de la gobernanza en Colombia.