En un almuerzo de negocios, allá por abril de 1975, se sembró la semilla de lo que hoy es uno de los pilares más importantes en la historia del desarrollo regional de Antioquia. En un contexto de crisis económica y social, un grupo selecto de empresarios, liderados por figuras como Santiago Mejía Olarte y Ricardo Ángel Villa, decidió que era necesario unir fuerzas para enfrentar los desafíos del momento. De esa conversación nació la Corporación para el Progreso de Antioquia, Proantioquia, la cual, a lo largo de cinco décadas, ha sido el catalizador de innumerables proyectos transformadores que han dado forma al departamento.
La Antioquia de 1975 vivía tiempos difíciles. La política fiscal del gobierno de Alfonso López Michelsen había recortado drásticamente el presupuesto destinado a las regiones, afectando gravemente la capacidad del departamento para ejecutar obras de infraestructura esenciales. Además, la competencia externa amenazaba a las empresas locales, mientras que la dirigencia empresarial regional se encontraba fragmentada. En ese escenario de incertidumbre, la necesidad de una entidad que aglutinara esfuerzos y movilizara recursos se hizo evidente. Así, Proantioquia se constituyó como el agente de cambio y la respuesta a los retos de una época compleja.
Desde sus primeros días, la Corporación asumió retos estratégicos que definieron el futuro de Antioquia. Su labor más temprana incluyó la creación de un aeropuerto internacional para Medellín, dado que el aeropuerto Olaya Herrera ya no podía cubrir las crecientes necesidades de la ciudad. También se involucró en la construcción de la autopista Medellín-Bogotá, un proyecto clave para la conectividad del departamento, y fue un actor fundamental en la concepción del metro de Medellín, impulsando estudios técnicos que eventualmente convertirían a este sistema en una realidad que transformó la movilidad de la ciudad.
En los años que siguieron, Proantioquia continuó marcando la pauta en temas de desarrollo. La corporación se encargó de promover la creación de las Unidades Intermedias de Salud, un avance significativo para mejorar el acceso a servicios médicos en los barrios. También fue pieza clave en la gestación de los proyectos más emblemáticos de la región, como las autopistas 4G, Ruta N, el Parque Explora y la feria Inexmoda. Su capacidad para unir a diversos actores alrededor de proyectos de gran impacto ha sido uno de los principales factores de su éxito, demostrando que la colaboración entre el sector privado, público y la sociedad civil puede generar resultados tangibles y duraderos.
Pero Proantioquia no se ha limitado a ser un agente de proyectos regionales. A lo largo de su historia, también ha impulsado iniciativas de gran trascendencia nacional. Programas como Excelencia en la Justicia, Transparencia por Colombia y Empresarios por la Educación nacieron en sus mesas de trabajo y se expandieron a nivel nacional, marcando un precedente en áreas clave para el desarrollo del país. Iniciativas como Colfuturo, que apoya a los colombianos en sus estudios de posgrado en el exterior, y Buen Comienzo, que contribuye al bienestar de la primera infancia, son testimonio de cómo Proantioquia ha estado a la vanguardia de las necesidades sociales del país.
La relevancia de esta entidad radica no solo en su capacidad para liderar proyectos de infraestructura y desarrollo, sino también en su constante adaptación a los tiempos cambiantes. Hoy en día, bajo la dirección de María Bibiana Botero, Proantioquia está plenamente conectada con las problemáticas actuales del mundo, como el cambio climático, la equidad de género y la formación de líderes jóvenes. La Corporación sigue siendo fiel a su misión de generar un espacio para la reflexión y la acción sobre los grandes retos del futuro.
En este sentido, Proantioquia ha consolidado su enfoque en la innovación social, como lo demuestra su impulso al programa Liderario, que forma a los líderes del mañana en las regiones. Asimismo, la creación de la Plataforma de Obras por Impuestos, que ha movilizado más de 500 mil millones de pesos, es un ejemplo de cómo la entidad sigue buscando formas efectivas de generar desarrollo económico y social. También destaca su Mesa de la Industria Musical, una iniciativa pionera para impulsar el talento y la creatividad en la región, convirtiendo a Antioquia en un referente cultural.
A medida que Proantioquia celebra 50 años de existencia, su mirada se orienta hacia el futuro. La Corporación sigue siendo un motor indispensable para la región, con proyectos que buscan articular las potencialidades del territorio con las tendencias emergentes. La agenda de la entidad sigue marcada por el compromiso con el desarrollo sostenible, la innovación y el bienestar social, buscando siempre llevar a Antioquia a nuevas alturas y consolidar su liderazgo como un modelo de progreso para el país. En este aniversario, se celebra no solo su legado, sino también su visión de futuro, una que sigue siendo la de una Antioquia pujante, unida y siempre dispuesta a enfrentar los retos del mañana.